Las moscas esciáridas son también conocidas como moscas del mantillo. La larva se alimenta de pequeñas raíces provocando muchos daños, especialmente en viveros o semilleros y en plantas en maceta.
Las larvas no solo se alimentan de material orgánico en descomposición como los hongos y el moho, sino también de materia viva como la raíz y los tejidos del tallo. Las larvas perforan la raíz y/o los esquejes del tallo, plántulas o las plantas jóvenes. Como resultado de esto, pueden propagarse enfermedades secundarias de las plantas como Pythium, Phytophtora, Botrytis, Fusarium y Verticillium. Los síntomas generales de un ataque de este tipo son el marchitamiento y la ralentización del crecimiento de las plantas. Y en el peor de los casos podría llevar a la muerte de estas plantas.
Los adultos de las moscas esciáridas miden entre 3 y 5mm de largo, son de color oscuro y con largas y finas antenas y largas patas. Se desarrollan sobre todo en ambientes cálidos y húmedos en las proximidades de las plantas. Es por eso que pueden darse durante todo el año en los invernaderos. Después del apareamiento, la hembra pone entre 50-200 huevos que eclosionarán a los 2-3 días. En ese momento tienen unos 5mm de largo y son de color blanco translúcido con una inconfundible cabeza negra. Se convierten en pupas en el compost y emergen como moscas adultas tres días después. A temperaturas superiores a los 24ºC, la reproducción es continua y su ciclo de vida es de 3-4 semanas.
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